
Osasuna se llevó el primer partido de la serie de dos en cinco días que tiene con la Real Sociedad, rompió con su racha de encuentros sin ganar en la Liga –nueve–, puso rumbo hacia una permanencia bien acometida pero diferida en las últimas jornadas, restituyó a Budimir en la cúspide de goleadores con un doblete definitivo, incrementó las buenas formas de un juego que nunca había desechado –la crisis estaba siendo de desenlaces , que no de fútbol–, se mostró más convencido de todo lo que quería realizar y de cómo conseguirlo y recolectó muchas experiencias positivas para la cita de Copa con exactamente el mismo rival del jueves. Nada más puede soliciar Vicente Moreno del acercamiento en frente de la Real Sociedad, que proyectó una imagen bien diferente , menos apocada , que en el último compromiso de Liga frente a Las Palmas.