Milan se alzó inconquistable para un FC Barcelona que se inventó por un momento una nueva remontada, pero sin el adjetivo de épica por el gol de Acerbi en el descuento. Raphinha deseó ser de nuevo el líder de la locura en la noche de los héroes inesperados , pero el Inter fue quien sentenció en la prórroga con un gol de Frattesi que terminó con las ilusiones blaugrana y les deja sin una final de Champions que jugarán los ‘neroazurri’. El Barça ha dejado atrás todos los fantasmas y traumas del pasado, cae con la cabeza alta y deja la promesa de regresar a pelear por \'La innombrable\'.

Los de Flick pudieron pecar de ‘Laminedependecia’ porque solo el extremo español, pitado en su salida al estadio y contestado con una sonrisa, era quien llevaba riesgo real. El Inter, intrépido con la presión alta. 2 maquinarias perfectas sobre el campo que sólo un mínimo error podía lograr que entre los dos engranajes fallara. Y le tocó a Dani Olmo.

Una mala salida de balón del centrocampista de Terrasa regaló la posesión a los ‘nerazurri’ que Dumfries dirigió y Lautaro Martínez solucionó recibiendo un pase ‘de la desaparición ’ para empujarla. El argentino, pese a jugar al 60% por su rápida recuperación de la lesión de la ida, fue mortal y un riesgo constante.

Ahí el Barça perdió su identidad. Raphinha estuvo errático, Olmo, retardado y Ferran no alcanzó a morder ningún balón. Pedri sacó algo de su magia para intentar buscar un empate que se desvaneció con el penalti de Cubarsí a Lautaro al borde del descanso.

Tras revisarlo el VAR, el árbitro Marciniak determinó que el central blaugrana impactaba con el pie del delantero argentino con lo que Çalhanoglu ha podido colocar el 2-0. Por delante se le presentaba a los de Hansi Flick un desierto de 45 minutos del Barça en búsqueda de un oasis para poder remontar.

Otro Barça salió de vestuarios. Confiado, nuevamente , en que la remontada era posible. Lo facilitaron los héroes inopinados desde unos laterales nuevos : Eric García y Gerard Martín.

El de Espulgues centró y, como no ha podido por debajo , la puso por lo alto para que Eric entrase como un tren de cercanías para rematar sutilmente con el interior a la escuadra. La remontada se mascaba y el del costado izquierdo, de nuevo , sacó la varita. Un centro con el que ha podido redimirse de su error Dani Olmo, cazando con la cabeza al segundo palo para volver a poner las tablas. La disparidad no había hecho mucho más que empezar.

En un mal partido, Raphinha apareció. Como frente al Bayern, Borussia, Benfica y en la ida. La remontada se olía con un Barça que bañó al Inter, pero debió aguardar al minuto 87 para que el brasileño , en un doble intento batiera a Sommer, que le paró la primera. Los blaugrana lo rozaron con los dedos y Lamine Yamal, cuando otros habrían optado por lanzarse al córner a perder tiempo, decidió jugarse el todo por el todo y evaluar un tiro ‘de los suyos’ que escupió el palo.

Una jugada de la que más tarde se acordaría cuando Dumfries le ganó un duelo a Gerard Martín, haciéndole una falta que no pareció bastante para Marciniak, y que puso el centro que Acerbi aprovechó para desatar la locura en el Guiseppe Meazza. La remontada se quedó a medias. Otra vez, 3-3 en el marcador, como en la ida. 12 tantos en el global de una eliminatoria que es ya historia de la Champions.

En la prórroga se volvieron a cambiar las opciones de un lado y de otro, pero Araújo lo desequilibró. En un fallo de marca ante Thuram, le dejó todo el carril de fondo al delantero a fin de que la pusiese a Taremi de espaldas y este se la cediera a Fratesi de cara a fin de que la remontada se fuera para el otro lado, el de los locales.

Sommer, que ya había obrado algún que otro milagro durante el partido, se secó con dos paradones excelentes a un Lamine Yamal que fue el mucho más incisivo en el desenlace de una eliminatoria fuera de casa que vuelve a ser imposible para el Barcelona y que desgastó a unos jugadores que se tendrán que jugar media liga el domingo ante el Real La capital española en el clásico.